La comarca de la Liébana se encuentra enclavada dentro de los Picos de Europa, dentro de los ríos que podemos encontrar para pescar en esta zona están el Deva, el Quiviesa y el Bullón, con diversos afluentes, sin embargo hay que tener bien en cuenta la normativa pues existen zonas vedadas, especialmente las cabeceras de los ríos y todo lo que esté dentro del ámbito del parque nacional de Picos de Europa. La población más grande y turística de la zona es Potes. Los accesos se llevan a cabo por la N-621, bien desde Riaño, subiendo el puerto de San Glorio o bien desde Unquera a través del desfiladero de la Hermida. También se puede acceder a través de una comarcal desde Cervera de Pisuerga.
Los paisajes son majestuosos e impactantes, ver como se alzán los picos a 2000 m desde los valles de los ríos que apenas discurren a 300 m de altura es algo que se queda grabado en la retina. La zona ofrece multitud de recursos turísticos y abundante gastronomía, dentro de este apartado es de sobra conocido el orujo, para el cual existen unas cuantas destilerías en toda la comarca.


En esta ocasión y viendo que los ríos Deva y Quiviesa aun bajaban con algo altos y con ese color que denota agua de deshielo, opto por dirigirme al río Bullón, al cual se acceder por la carretera que va desde Ojedo a Cervera de Pisuerga. En la parte baja no se puede pescar hasta el tercer domingo de Mayo por ser zona salmonera, pero más o menos, a partir de Frama para arriba es libre. Sin embargo este río es traicionero, está muy encajado y los accesos no parecen ser abundantes, salvo desde los pueblos que atraviesa, las orillas están muy inclinadas y totalmente cerradas de vegetación. Por ello este río no es apto para cualquier pescador, y mucho menos para los que no lo conozcan con un mínimo de detalle, que valga mi experiencia en la cual a última hora tuve que dedicar más tiempo a ir corriendo por el río intentando buscar algún sitio por el que salir a la carretera, a apenas 20 metros del cauce y aún así inaccesible. Al final hubo que subir hasta el pueblo de Cabezón de Liébana para poder encontrar una salida.

Hasta el momento he dedicado alguna jornada a pescar por los ríos de Cantabria, esencialmente Saja, Nansa y Bullón y la experiencia no está siendo nada buena, parecer ser que o bien no hay truchas o desde luego si las hay, no tienen intención de picar a nada. Salvo que la cosa cambien en el futuro, no recomendaría a nadie ir expresamente a Cantabria a pescar, si nos quejamos de que en Asturias la cosa está mal, los vecinos parecen tenerlo mucho peor.